Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca.
Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes.
No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.
Julio Cortázar
Buenos días de jueves. Y que el paso del tiempo no nos borre.
26 comentarios:
Que bueno!!!, "No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj".
Extraordinario, que genio era.
Besos.
Por ello, por todo ello, NUNCA llevo reloj.
Sus palabras describen el agobio que me generan ... sólo leerlo me han entrado picores en la muñeca jejeje.
Besos.
Merce dice, me ha echo mucha gracia, pero yo llevo siempre un reloj muy barato y que tiene muchos años es mi compañero de muñeca, nunca le tengo que dar cuerda,eso si, no es un reloj de marca, es un sencillo reloj....
besos
¡Qué terrible!... Menos mal que ahora hay baratos y digitales; lo de la cuerda y los rubíes ya fue.
Pero aún recuerdo elmomento en que mi madreme regalóelcitizen divino en mi cumpleaños de 15.
Los jóvenes son mucho más sabios, mis hijos se niegana usar reloj. No sé cómo hacen,pero llegan en hora a todos lados.Son felices.
Adoro este cuento de Cortázar, en realidad AMO a Cortázar, me encantó encontrarlo aquí en tu blog, esta mañana.
Siguiendo con la idea del tiempo y de los relojes, veo.
Un lujo.
Besos
creo que también sale en un anuncio, recitado por una voz con acento argentino... no sabía que fuera de cortazar
Joer, con Cortázar. No conocía este texto suyo.
Cómo se le echa de menos.
No sé si hay gente hoy que sepa lo que dice.
Que simplemente diga.
Besos,
Pepe.
Se me han puesto los bellos del los brazos de punta y la piel de gallina. Este texto de Cortazar no lo leo desde que iba a EGB. Recuerdo que venía en un libro de lenguaje creo que del sexto curso y me ha traido cientos de recuerdos de esa época.
El reloj, de cuerda; la moto, con arranque de patada; las hogazas, de tahona de leña; el bizcocho, que no sea de Termomix... y así hasta la eternidad. ¡Cuánto han cambiado los tiempos! El frenesí evolutivo en el que nos vemos inmersos deglute entre alimentos modificados genéticamente, telas producto de investigaciones en estaciones orbitales, potingues envasados en atmósfera controlada, lágrimas artificiales...y así hasta la segunda eternidad. La sociedad de la prisa, de la despreocupación y de la improvisación nos ha condenado al ostracismo de las costumbres tradicionales, de los usos de siempre, abocándonos a una moderna criollización vital fruto de la desnaturalización de las costumbres. Si pudiésemos, hasta nos secaríamos el cabello en el microondas, nos limpiaríamos los dientes con la vaporeta y le preguntaríamos al psicólogo qué debíamos dar de comer a los niños. Lejos, muy lejos quedan las mañanas de niebla auténtica, no de contaminación, mientras iba al colegio sobre el empedrado de la antigua calzada romana, a la par de las mulas de narices humeantes que tiraban de los atiborrados carros que iban o venían del mercado sobrecargados de verduras con sabor a verdura, de frutas de aquellas que, cuando cerrabas los ojos, sabían a lo que debían, de gallos de carnes prietas y de huevos sin colorantes autorizados...y así hasta la tercera eternidad. ¡Oh, tempora; oh, mores! Vivir para ver.
Realmente para mi los relojes siempre han tenido algo de simbólico. Recuerdo un viejo reloj de metal que tenía mi padre, que de pequeño siempre soñé en heredar. Pero en estos tiempos modernos de usar y tirar, que refleja en este texto Cortazar, los niños ya no sueñan con heredar los relojes de sus padres. En cambio sueñan con el último modelo inhumano de consola.
PD: Me ha gustado mucho tu blog, te voy añadir a favoritos. Un saludo
Notable. Este texto tuve que recitarlo el año pasado para "Taller de expresión en cámara". Es una obra maestra... "Nosotros somos los regalados, a nosotros nos ofrecen para el cumpleaños del reloj". Particularmente los occidentales somos esclavos de esa arena que cae una y otra vez y que golpea nuestros actos. Muchos saludos.
Que lindo blog te encontré en lo de Toro
besos
sublime realidad arrancada
de la rutina más cotidiana!
gracias por traérnosla
♥♥♥besos♥♥♥
Siempre me ha gustado ese escrito. Es uno de los más lúcidos que he leído en mi vida.
Gracias por la visitas y los comentarios.
Un besote desde Venezuela.
Me encanta Cortázar: cuánta verdad esconden sus texos!
Saludos!
pero ahora no hay que darle cuerda todos los días. y sin embargo... el tiempo no se para...
Bueno, lo de Cortázar es algo...Sus "Instrucciones para..." son maravillosas. Ha sido un placer releerlo y encontrar tu blog. Me gusta mucho.
Hola, es mi primera vez que llego a tu espacio, a tu mundo. Y es muy grato haberme encontrado con este texto de Cortázar. Más que el reloj, en su forma material, lo que me conflictúa más es su función, estar atado al tiempo es esclavizante. Me gustó mucho tu blog...regresaré a leerte. Abrazos desde México.
este julio cortázar es un crack,
gracias por mostarnos estos bellos textos tan originales e imprescindibles para entendernos, jejeje
por eso nuca llevo reloj, y el último que me ragalaron es de pilas, así no lo miro, jejeje
un abrazo
Cortazar y sus relatos...tan fantásticos como ciertos, quien no es esclavo del tiempo?
mil besos
No, no nos borra el tiempo. Y gracias a Cortázar por explicarlo tan bien.
Yo he estado ausente. Pero bueno; qué imposta eso.
Un saludo entre gira y vacaciones.
Me encanta la forma de escribir de Cortázar, para mí es un ejemplo a seguir. Sus palabras son geniales.
Un gusto pasar por aqui. Gracias por visitarme, y por tu post.
Un abrazoooooooooo!!!
Quizá sea por eso que desde hace un par de años guardé todos los relojes que me habían regalado en el cajón de la mesilla, para que mi muñeca se sintiera libre. Mi muñeca y lo que no es muñeca...
Por cierto, como me gusta mucho este espacio te linko también en mi blog.
Besos!
Mercé dice. que pasa que no escribes nada, busco en tu blogs y lo último es del 14 de marzo,
dime algo que estoy padeciendo, ademas no puedo entrar en el correo, que dicen que muchos lo tenemos bloqueado.
besos mua mua mua
A mí me gusta ser regalado. Quizá como buen bicho raro.
Un saludo.
Ja! recién al final leí quién era el autor, el mismo de "instrucciones para subir una escalera".
No le conocía este texto.
Gracias por compartir a Julio.
Un abrazo desde el otro lado del charco.
Gabriel
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