Alguien me reveló que estaba deprimida por volver a trabajar.
Alguien me sollozó que a su marido le había dado un derrame cerebral.
Alguien me informó del suicidio de un conocido con un bote de salfumán.
Alguien me escupió que está enfadado conmigo porque no le contesté al mensaje que me envió por el móvil, felicitándome las fiestas navideñas. (Mi teléfono está estropeado desde hace un tiempo).
Alguien me confesó que no iba a venir a clase para hacer prácticas de Música porque se marchaba de viaje.
Alguien me telefoneó que no venía a comer.
Alguien me habló que no le gustan las mechas rojizas de mi pelo.
Alguien, con su apatía, me demostró que no le interesaba nada de lo que yo explicaba.
Alguien me deseó buen segundo trimestre por puro cumplimiento, en medio de un pasillo lleno de alumnos.
Alguien, en cualquier lugar, me manifestó que los blogs personales no tendrían que existir.
Alguien, al otro lado de la calle, vino corriendo hacia mí y yo hacia ella, cual dos enamoradas, para abrazarnos.
Sipa, que ya había terminado su jornada laboral como limpiadora de calles, barrendera municipal, recogedora de lo que otros tienen a mal tirar por aceras y calzadas.
Sipa, con su uniforme fosforita y su malla recoge-pelo encrespado.
Sipa, que no se distinguiría en la noche más que por una dentadura blanquísima.
Me dijo que se había fijado en mi ventana por la mañana, a eso de las siete, cuando ella suele pasar por aquí, que vio luz en el interior, y me sonrió como sólo ella sabe sonreír. Hablamos un poco de nosotras y me presentó a su hermano, que la acompañaba. Tuve que soltarla para estrechar la mano de él.
Los coches que pasaban a dos metros transparentaban miradas.
Me cuesta creer que la vida te regale momentos como éste. Pero ayer fue el primer día después de las vacaciones y tenía que notarse.
Alguien me sollozó que a su marido le había dado un derrame cerebral.
Alguien me informó del suicidio de un conocido con un bote de salfumán.
Alguien me escupió que está enfadado conmigo porque no le contesté al mensaje que me envió por el móvil, felicitándome las fiestas navideñas. (Mi teléfono está estropeado desde hace un tiempo).
Alguien me confesó que no iba a venir a clase para hacer prácticas de Música porque se marchaba de viaje.
Alguien me telefoneó que no venía a comer.
Alguien me habló que no le gustan las mechas rojizas de mi pelo.
Alguien, con su apatía, me demostró que no le interesaba nada de lo que yo explicaba.
Alguien me deseó buen segundo trimestre por puro cumplimiento, en medio de un pasillo lleno de alumnos.
Alguien, en cualquier lugar, me manifestó que los blogs personales no tendrían que existir.
Alguien, al otro lado de la calle, vino corriendo hacia mí y yo hacia ella, cual dos enamoradas, para abrazarnos.
Sipa, que ya había terminado su jornada laboral como limpiadora de calles, barrendera municipal, recogedora de lo que otros tienen a mal tirar por aceras y calzadas.
Sipa, con su uniforme fosforita y su malla recoge-pelo encrespado.
Sipa, que no se distinguiría en la noche más que por una dentadura blanquísima.
Me dijo que se había fijado en mi ventana por la mañana, a eso de las siete, cuando ella suele pasar por aquí, que vio luz en el interior, y me sonrió como sólo ella sabe sonreír. Hablamos un poco de nosotras y me presentó a su hermano, que la acompañaba. Tuve que soltarla para estrechar la mano de él.
Los coches que pasaban a dos metros transparentaban miradas.
Me cuesta creer que la vida te regale momentos como éste. Pero ayer fue el primer día después de las vacaciones y tenía que notarse.
13 comentarios:
La vida nos regala momentos muy felices, que no sabemos apreciar.
La vida nos pone personas en nuestro camino, que no sabemos valorar.
¡Gracias a la vida que me ha dado tanto!
Un texto precioso, lleno de sensibilidad.
¡Feliz año nuevo y buen inicio de trimestre!
Lo importante, como casi todo en la vida, no son la cantidad de "álguienes" (lo entrecomillo para que a nadie le dé algo), sino su calidad.
Pero ello no se advierte hasta que una no ha rodado ya muchos kilómetros por las sendas de la vida.
Feliz mañana.
Mientras hayan unos ojos que reflejen los ojos que la miran.
Mientras responda el labio suspirando al labio que suspira.
Mientras sentirse puedan en un beso dos almas confundidas, mientras exista una mujer hermosa, !Habrá poesia!
Gracias Maria Jesús
Hola María Jesús, muy bonito el texto.
¿Sabes que ya tengo blog?
http://bafalluy.blogspot.com
Ya me dejarás algún comentario cuando puedas.
Por cierto, dale muchos animos a María que mañana tiene examen.
¡Chao!
Siento romper la musicalidad que emana de este precioso texto pero aporto un breve acertijo:
"Ya tengo dos. Falta una por localizar".
Cada loco con su tema.
Abrazo
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Gracias a la vida, que me ha dado tanto.
A las poesía, por acompañarme.
A la música, por envolverme.
A las personas.
Dile a Ana Cambra, Chic, que te enseñe un regalo. Verás qué musical.
Gracias, bl, anónimo, jorge...
Ánimo, Fran, sólo te queda un tercio.
La de los dos mensajes no sé si sere yo pero si es así, gracias por acordarte y quedas perdonada por no haberme contestado. Feliz Día
Ya ves que por fin te he enviado el comentario y te darás cuenta que voy leyendo de vez en cuando, ahora te toca a tí la promesa. Mil besos
Con el nuevo trimestre ha llegado al cole una niña china llamada Zhan Li. Cuando llegó sólo sabía decir "hola" y dos días después ha conseguido meterse en la cabeza un buen montón de palabras.
Eso es empezar bien un trimestre, viendo a Zhan Li con tantas ganas de aprender. Pero aún me emociona más ver que sus compañeros se esfuerzan para que ella se sienta a gusto y aprenda todavía más rápido.
Ya sabes Mª Jesús, a ver si preparas alguna melodía pentatónica para que Zhan Li se sienta como en casa.
¡Feliz trimestre!
LLegó la tercera. Esto se debe celebrar por todo lo alto.
Abrazo
Ya he conocido a Zhan Li.
Realmente, somos universales.
La tercera, Fran!.
Celébralo.
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