jueves, enero 31, 2008

Niebla

Desde hace unos días, la niebla ha aparecido y se ha instalado en todos los espacios.

" Mientras iba así hablando consigo mismo cruzó con Eugenia sin advertir siquiera el resplandor de sus ojos. La niebla espiritual era demasiado densa. Pero Eugenia, por su parte, sí se fijó en él, diciéndose: "¿Quién será este joven?, ¡no tiene mal porte y parece bien acomodado!" Y es que, sin darse clara cuenta de ello, adivinó a uno que por la mañana la había seguido. Las mujeres saben siempre cuándo se las mira, aun sin verlas, y cuándo se las ve sin mirarlas.
Y siguieron los dos, Augusto y Eugenia, en direcciones contrarias, cortando con sus almas la enmarañada telaraña espiritual de la calle. Porque la calle forma un tejido en que se entrecruzan miradas de deseo, de envidia, de desdén, de compasión, de amor, de odio, viejas palabras cuyo espíritu quedó cristalizado, pensamientos, anhelos, toda una tela misteriosa que envuelve las almas de los que pasan."
"Niebla" (Fragmento). Miguel de Unamuno

5 comentarios:

Anónimo dijo...

"Porque la calle forma un tejido en que se entrecruzan miradas de deseo, de envidia, de desdén, de compasión, de amor, de odio, viejas palabras cuyo espíritu quedó cristalizado, pensamientos, anhelos, toda una tela misteriosa que envuelve las almas de los que pasan." ¡Magnífica descripción de Unamuno!. Gracias por mostrárnosla Mª Jesús.

Anónimo dijo...

Niebla, bruma, boira. Velos grises y blancos que se suceden escondiendo lo real, jugando a dibujar sombras y perfiles, engañando a los ojos meáncólicos por la ausencia de sol, de colores, de estallido de la luz...

Bruma sobre el río apaciguado que alimenta el túnel de capa húmeda, que hace del castillo monumento lejano y encantado, que se escapa entre la ramas y meandros y vuelve para darnos la nada, la paradoja de la oscuridad luminosa, el gris de acero...

Niebla nuestra en inviernos de pozo sin fondo. Niebla que reina si el viento renuncia a pasear por vegas y cerros, entre olivos y sementeros. Boira de viejos lugareños encorvados con la mirada clavada en madre tierra. Bruma sobre el río. Tiempo de seres mágicos que aprovechan par acorretear por el bosque, y que apenas intuimos, y en los que no creemos, es presa de la tristeza, de la deazón o del olvido. Niebla que se va y vuelve. Luces tenues de bombillas que se le resisten valientes. Calles solitarias. Almas ateridas. Cuerpos presurosos. Aliento níveo. Fuego en el hogaril para olvidarla. Ojos cerrados. Sueño de la primavera que la espantará.

Bruma sobre el río. Ni los peces se asoman para saludar el verde triste de las orillas. Imaginación desbordada ante siluetas que se asemejan a fantasmas. Balsas de madera que descienden por el cauce, como antaño, conducidas por hombres de la montaña de brazos nervudos. Guerreros muertos que vuelven a levantarse para reconquistar la cansada fortaleza, portando espadasenmohecidas, entonando cánticos que arremeten contra la media luna. Frío de siglos. La tierra y los árboles que no la quieren y le preguntan al sol cómodo en su altura, por qué no desciende.

Bruma sobre el río. Pétalos recogidos. Aguas maquilladas. Piel eléctrica. Otra naturaleza. Otra vida. Otros colores. Niebla, bruma, boira. También parte de nosotros, también campo de amores y deseos. Savia de la nostalgia y, tla vez, de la meditación, del tiempo de mirar adentro. De buscar nuestro propio sol. De luchar para que escampe. En suma, de vivir, de ser, de estar, de amar, de no querer morir...

Francisco Porquet

Anónimo dijo...

Añado este texto de Barbara Ann Brennan, que trabaja sobre la energia humana y la terapia bioenergética, y... es casi lo mismo... Lee y verás.

"Entre la gente se producen numerosas interacciones a nivel astral. Grandes manchas de color de formas diversas atraviesan raudas la habitación pasando entre las personas que se hallan en ella. Algunas de estas manchas pueden ser agradables, otras no. Se puede sentir la diferencia. Es posible que el lector se sienta incómodo por una persona que se encuentra al otro lado de la habitacióny que aparentemente ni siquiera ha advertido su presenci; sin embargo la actividad es intensa en cierto nivel. en allguna ocasión he visto cóomo un grupo de personas, de pie unas junto a otras, pretendian ignorarse mutuamente, mientras que en el nivel energético existia una comunicación total mediente grandes cantidades de foormas energéticas que se movian entre dichas personas...."

"...No se trata simplemente de expresión corporal: existe un frnómeno energético real que puede percibirse...."

Asociaciones de ideas, he leido el fragmento de Niebla que has puesto y he recordado este libro "Manos que curan " de Barbara Ann Brennan. ¿No están hablando del mismo fenomeno?

Clarice Baricco dijo...

Interesante lo que compartes. No lo he leído. Apuntado ya.
Gracias.

Abrazos

Mª Jesús Lamora dijo...

Coincido contigo, eo, en que el fragmento de Unamuno es bellísimo. Los clásicos de la Literatura nos ofrecen esto y mucho más.

Encantada de saludarte por aquí, Francisco, y gracias por el texto, lleno de poesía, que has incluido en tu comentario.

Mon merveilleux amour, totalmente de acuerdo. Hay hilos invisibles que unen. Es así y punto.

Hola, Clarice, besos desde la otra punta del Atlántico.