jueves, febrero 07, 2008

Encantada de preguntar


Si alguien le pide a un desconocido que le recomiende un libro, qué petición tan ridícula, lo normal es que el segundo conteste un: “pues no sé, depende de los gustos, qué me dices, ay, yo qué sé”.
Lo extraño es que, a bote pronto, diga:
“Por ejemplo:
Historia de un idiota contada por él mismo o -El contenido de la felicidad-, de Félix de Azúa
El malogrado, de Thomas Bernhard
Ensayo del día logrado, de Peter Handke
Bartleby y compañía, de Enrique Vilamatas
Si tienes paciencia, hasta cualquiera de Javier Marías
Y, ya puestos,... los 7 tomos de Proust, el Ulysses de Joyce, y El hombre sin atributos, de Robert Musil.
Además de cualquier cosa de Cioran, Canetti, Bataille o Walter Benjamin
Y, si te gusta la poesía... prueba con Rilke, Celan, Gottfried Benn... en fin...”

Esa extrañeza de la que hablaba es la culpable de que, desde hace varios días, tenga una cara de pánfila que ni os cuento. No sé cómo disimularla.

P.D. Recomiendo, como tengo paciencia, uno de Javier Marías: Vidas escritas.

Buenos días de jueves.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

MERCE DICE, BUENO TU SENTIDO DEL HUMOR, BESOS MERCÉ

Mª Jesús Lamora dijo...

Un besico para ti.

elena losada dijo...

Dime quién es ese desconocido, que quiero conocerlo.
Gente así no se encuentra a menudo.
Un abrazo