sábado, diciembre 08, 2007

Ma solitude

Si estás en Laponia, viendo la Aurora Boreal; enTúnez, el hechizo del mundo; en Nueva York, la capital del universo; en Turquía, el encanto ancestral; en China, tesoro del Lejano Oriente; en Brujas, el embrujo de Europa; en Cabo Verde, la isla mágica.
Si estás en Llanes, la joya de Asturias; en Murcia, la novia del Segura; en Castilla, sus misterios.
Si estás en Arro, contemplando el Pirineo con Ricardo; en La Almolda, dando la mano a Mª Jesús; en Zaragoza, tocando el piano para él.
Si estás contigo mismo y con tu soledad...


Ma solitude

Pour avoir si souvent dormi avec ma solitude,
je m'en suis fait presque une amie, une douce habitude.
Elle ne me quitte pas d'un pas, fidèle comme une ombre,
elle m'a suivi çà et là aux quatre coins du monde.

Non, je ne suis jamais seul, avec ma solitude.

Quand elle est au creux de mon lit, elle prend toute la place,
et nous passons de longues nuits tous les deux face à face.
Je ne sais vraiment pas jusqu’où ira cette complice,
faudra-t-il que j'y prenne goût ou que je réagisse.

Non, je ne suis jamais seul, avec ma solitude.

Par elle j'ai autant appris que j'aie versé de larmes.
Si parfois je la répudie, jamais elle ne désarme,
et si je préfère l'amour d'une autre courtisane,
elle sera à mon dernier jour ma dernière compagne.

Non je ne suis jamais seul avec ma solitude.
Non je ne suis jamais seul avec ma solitude.

Mi soledad

Por haber dormido tan a menudo con mi soledad
se ha convertido casi en una amiga, una dulce costumbre.
No me deja ni un momento, fiel como una sombra,
ella me ha seguido por todas partes, por los cuatro rincones del mundo.

No, yo no estoy jamás solo, con mi soledad

Cuando ella se tiende en mi cama, la ocupa toda entera,
y pasamos largas noches, los dos, frente a frente.
Verdaderamente, no sé hasta dónde me seguirá esta cómplice,
será necesario que me acostumbre o que reaccione.

No, yo no estoy jamás solo, con mi soledad

Por su culpa he visto tanto que he llegado a llorar.
Si alguna vez la rechazo, nunca se rinde,
y aunque a veces prefiera el amor de alguna otra cortesana,
ella será en mi último día, mi última compañera.

No, yo no estoy jamás solo, con mi soledad.
No, yo no estoy jamás solo, con mi soledad.





4 comentarios:

elena losada dijo...

Eso de: NO ESTOY SOLO, ESTOY CON MI SOLEDAD, parece una frase de epitafio.
La voy a guardar.

Mª Jesús Lamora dijo...

Y, de paso, escucha la canción de Moustaki. Es tan hermosa.

pilar fumanal dijo...

Que detalle, acordarte de mi y de mi felicidad que tiene por nombre Ricardo. Siento como se me ensancha el corazón y se llena de dicha cuando estamos juntos. ¿No es un milagro?
Pero no estoy enamorada para huir de mi soledad, sólo desde la propia soledad está uno en condiciones de amar, de buscar puntos de encuentro. En las cartas del vivir Rilke dice que el amor no puede ser sino dos soledades compartidas. Desde mi soledad, me creo, me nutro me crezco y trato de fabricar la miel. Es un poco trabajoso, a veces no me sale automaticamente, hay ciertas inecias y rutinas, pero seria una necia si desperdiciara este regalo de la vida por vaguería.

Mª Jesús Lamora dijo...

Alguna vez ocurre en la honda noche
que se despierta el viento, como un niño,
y pasa la alameda, solitario,
quedo, quedo, llegando hasta la aldea.

Y a tientas va marchando hasta el estanque
y se para después a oír en torno:
y las casas están pálidas todas
y las encinas mudas...
(Rilke)
Acoge los regalos de la vida. Siempre.
Sabes que te quiero.