Tuvo que ser muy guapa de joven, dijo la enfermera mientras le acariciaba su mejilla y le rasgaba con los dedos sus ojos.
Ella, sin inmutarse casi, tumbada sobre la cama de una habitación de hospital, respiraba, unida a conexiones, a tubos, a goteros desde hacía varios meses; y mientras, la vida, en su constante ir hacia lo desconocido, fluía por las venas. ¿Hasta cuándo? Hasta ayer.
Tuvo que ser muy guapa. Lo fue. Como la Hepburn.
Descanse en paz, tía Maruja. A los 69 años.
2 comentarios:
Y mientras, la vida, en su constante ir hacia lo desconocido, fluía por las venas...
¡Es poesía pura!. Es filosofía, encanto, música, pensamiento...
Mi condolencia por la tristeza que puedas sentir: se nota que querías a Tia Maruja.
Y mi enhorabuena por las palabras y la poesía.
Feliz Año. Eo
Gracias por tus palabras.
Abrazo
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